SULPHUR. TEMAS

Continuando con el estudio de Sulphur, paso a exponer los temas que componen sus síntomas patogenéticos. En una próxima entrada comentaremos dichos temas y elaboraremos una hipótesis.

Tema de la felicidad y la infelicidad

Melancolía y tristeza con ideas penosas; inquietud por su propio estado y su porvenir, y por cuestiones de negocios, en tal grado que llega a sentirse enormemente infeliz, descontento de la vida, y hasta desespera de su salvación eterna.

Ideas vejatorias y morbosas que surgen del pasado y no puede desechar.

Humor hipocondríaco (durante en día, al anochecer tendencia a estar alegre).

Fuerte propensión a llorar y llanto frecuente, alternando a veces con risa involuntaria. (la idea parece ser la de que cuando está triste, es feliz. Es decir, que estar triste le produce alegría porque estar triste lo confirma en su proyecto hipertrófico de tener la felicidad en sí mismo.)

Desconsolado, con escrúpulos de conciencia, aún en lo que se refiere a las acciones más inocentes.

Accesos de angustia, especialmente al anochecer ; timidez y gran tendencia a asustarse.

Demasiado perezoso para vencer su indolencia, y tan desgraciado que no desea vivir.

Flujo abundante de ideas en su mayor parte tristes y desagradables, aunque a veces alegres y entremezcladas con aires musicales (canciones, tarareos). (Esto puede responder a la idea de que hay alguna alegría en la tristeza. En el caso de sulphur sería la alegría de no recibir la felicidad, puesto que él desea tenerla en sí mismo.)

Orgullo y alegría disparatada; ilusiones mentales fantásticas, especialmente haciendo transformaciones maravillosas, como un trapo viejo o un bastón que le parecen hermosas piezas de artesanía. (Aquí se confirma la idea: no es la realidad, lo exterior, lo que motiva su alegría, sino una imagen interior, una modificación  imaginativa de la realidad. Lo que motiva su alegría viene de su interior.)

Sueños vívidos, hermosos, agradables.

Canta durante el sueño.

Sueños alegres que le hacen cantar el despertar.

Sueño de que quiere tocar algo y no puede hacerlo. (Tocar algo con las manos es una expresión que se aplica a la idea de lograr lo que uno se propone. sulphur no lo logra, es decir, que no consigue la satisfacción de sus deseos.)

Afluencia de una multitud de ideas desagradables, aflictivas, sobre todo al anochecer en cama, o durante un paseo al aire libre, o con una especie de valor, emprendedor y resuelto.(Esto es equivalente a la ambivalencia entre felicidad y dolor, alegría y placer)

Se siente muy desdichado y desea la muerte.

Aflicción hipocondríaca y suspiros.

Con imposibilidad de hablar alto.

Aflicción a propósito de su enfermedad.

Gran disposición a llorar.

Gran sensibilidad y llantos a propósito del menor disgusto durante la tos nocturna.

Por la tarde, disgusto por todo, por el trabajo, el placer, la conversación, el movimiento, con sensación de un gran malestar.

Nada le produce placer. (Aquí está el gran asunto, lo nuclear de sulphur: la última fase del acto humano no puede ser lograda. Esto se relaciona con la idea de no conseguir tocar algo con las manos, algo que casi ya ha logrado. Sulphur está vulnerado precisamente en su capacidad para disfrutar, para obtener placer, alegría, felicidad, del mundo exterior. Por eso hermosea imaginativamente ese mundo que no le proporciona satisfacción.)

Tristeza.

Humor lloroso durante un paseo al aire libre. (Un paseo al aire libre es, simbólicamente, algo que recuerda la libertad, el solaz, la naturaleza, la tranquilidad, es decir, varias circunstancias que juntas o por separado son ingredientes de la idea de felicidad, justo lo que no puede lograr sulphur)

Ideas de melodías.

Alegre al anochecer, mal humor durante el día.

Alegre, feliz, contento, después de convulsiones.

Alegre, feliz, jovial, al despertar.

Comportamiento alocado, bufón, felicidad y orgullo.

Llanto con cólera. (Llanto y cólera expresan dos pasiones incompatibles, a saber la tristeza y la ira. La ira corresponde al sujeto que está tratando de superar los inconvenientes que encuentra en el camino de su satisfacción. La tristeza corresponde a la derrota, a la resignación de no conseguir el objeto de su deseo. ¿Qué significa esto? Mientras sulphur está luchando por lograr sus deseos, ya está triste por la incapacidad de disfrutarlo. Este síntoma indica una aceptación o percepción por anticipado del fracaso final del acto humano. Lo encontraremos en otros medicamentos ya que el en fracaso del acto humano se plasma en todo los casos la herida antropológica que la enfermedad supone. Aquí, en el caso de sulphur, debe ocupar el lugar que el argumento general del remedio exige.)

Tema del ego

Desolación y reproches de conciencia a propósito de cada acción.

Egoísta.

Insistencia en especulaciones religiosas o filosóficas; ansiedad por la salvación de su alma; indiferencia por la suerte de los demás. (Esta indiferencia a la suerte de los demás corresponde por derecho propio a una persona que nunca ha sido feliz. Su experiencia le dice que nada de lo que haga en el mundo real resultará en una sensación alegre o placentera. Por consiguiente no hay nada que hacer. Su única solución será refugiarse en sus especulaciones. No debe confundirse esta indiferencia con una suerte de maldad, con el placer en la desgracia de otros o la mortificación por su felicidad, no es este el caso. La persona que padece el síntoma no se alegrará por la desgracia de nadie ya que considera dicha desgracia como el estado natural de las cosas, ni se sentirá triste por la felicidad de otra persona desde el momento en simplemente no puede concebir tal felicidad, simplemente vivirá al margen de tales asuntos. Encontraremos a sulphur entre los escépticos en materia de felicidad, o por las mismas razones, cuando esté en fase hipertrófica, entre los entusiastas de la felicidad. En cuanto a sus especulaciones filosóficas, son puramente imaginativas; si un sujeto sulphur se dedica seriamente a la filosofía ése puede ser para él un camino de equilibrio y curación puesto que de este modo su tendencia a escapar a la fantasía se verá reconducida hacia la realidad en la forma de pensamiento real, de raciocinio.)

Ideas vejatorias y morbosas que surgen del pasado y no puede desechar.

Mal humor; mal genio con infantilismo en personas mayores.

Ataques de inquietud en todo el cuerpo, no puede permanecer sentado, con deseo de estirar y de encoger las extremidades, alternativamente. (¿Puede interpretarse un gesto así como un deseo de llamar la atención?

Desolación y reproches de conciencia a propósito de cada acción.(Todo lo que hacemos lo hacemos con un fin, y tal fin, por encima de todo, es lograr la felicidad. Un ser que tiene la felicidad en sí mismo no debería hacer nada, de ahí que sulphur se reproche cada acción. Este síntoma se relaciona íntimamente con la indolencia de sulphur).

Inquietud ansiosa por los demás. (Aquí tenemos el síntoma contrario de indiferencia por los demás. Como corresponde.)

Teme dar a la gente drogas malas que les harían morir. (Cabe suponer que en este caso el experimentador es un médico. Aquí se trata del fracaso profesional, lo que es equivalente al fracaso científico, etc.)

Concentración constante en sí mismo. (Se corresponde con lo antes explicado. sulphur se concentra en sí mismo, fantasea, con la intención de encontrar en su interior la felicidad que no logra en su relación con el mundo.)

Morosidad hasta el punto de no responder a nadie.

No puede soportar a nadie a su alrededor.

No puede tener suficientemente de prisa las cosas que pide.

Indignación y acritud como si hubiera sido ofendido.

No tiene sentimiento del deber ni delicadeza de conciencia.(Se corresponde con la idea que tiene de la vida: ¿para qué hacer nada en busca de la felicidad si finalmente todo se verá frustrado? Con una tal mentalidad el deber o la consideración hacia los demás no tienen sentido. Lo mismo que no tiene sentido nada de aquello que concierne a la relación del sujeto con el mundo exterior[2], como atender a su cuidado personal.)

Obesidad. Delgadez. Excesivamente optimista.

Sufrimiento después de contrariedades por fracaso científico o discordia con los domésticos.

Deseo de aire fresco, de abrir las ventanas. (Este síntoma podría justificar el deseo de Don Quijote de dormir al aire libre.)

Incapacidad para dormir en una postura que no sea de espaldas y con la cabeza alta. (Estudiar el significado de esta postura)

Cuando duerme, agitación y sacudidas en el cuerpo y sobresaltos en las extremidades, sobresaltos y susto, habla alto mientras duerme, grita murmura, divaga, delira, se lamenta y gime, ronca, tiene los ojos medio abiertos, está tendido boca arriba con las manos en la cabeza.

Inmediatamente después de cerrar los ojos se le apareció un desconocido que le hacía muecas; no pudo ahuyentarlo.

Conciencia demasiado escrupulosa.

Escrúpulos religiosos excesivos.

Comportamiento alocado, bufón, felicidad y orgullo.

Se siente importante.

Tema de los errores

Gran debilidad de memoria, principalmente para nombres propios.(Se dice que no recordar los nombres equivale a un rechazo de los otros.)

Cuando habla coloca mal las palabras o no puede encontrar las palabras adecuadas.

Confunde la hora, cree que es más temprano de los que es.

Al toque de vísperas (7 p.m.) insiste en que solamente son las cinco y se enfada cuando alguien trata de convencerla de su error.

Olvida lo que estaba a punto de decir.

Manía con la firme idea de que tiene todo en abundancia, de que posee cosas muy hermosas, etc.

Equivocaciones con respecto a objetos: un sombrero es confundido con una gorra, un harapo le parece un vestido precioso, etc.

Orgullo y alegría disparatada; ilusiones mentales fantásticas, especialmente haciendo transformaciones maravillosas, como un trapo viejo o un bastón que le parecen hermosas piezas de artesanía.

Todo le parece precioso, por lo que  el paciente se encuentra encantado. Melancolía y epilepsia con fuerte tendencia impulsiva al suicidio por sumersión o saltando por una ventana; cinco ataques diarios a veces con dos horas de inconsciencia; siempre se agrava durante las menstruaciones (sulphur 10M la curó).

Inquietud tal que olvida a a cada instante lo que va a hacer.

Ella maltrata sus vestidos y los tira, diciendo que tiene de todo en abundancia, con adelgazamiento excesivo.

Habitualmente de mal olor, impregnando a todo el enfermo (especialmente el olor de las deposiciones).

Sensaciones de : calor en el pecho; calor en cualquier parte; con algún trastorno flujos de calor bruscos y frecuentes en todo el cuerpo; de contracción en las partes interiores, especialmente en el abdomen con la sensación de que estuviese vendado o sujeto; de un aro o venda alrededor de las partes afectadas; como de un bulto en las partes internas; de estreches o rigidez en las partes exteriores; de ser algunas veces muy pequeño y a continuación muy grande.

Orgullo y alegría disparatada; ilusiones mentales fantásticas, especialmente haciendo transformaciones maravillosas, como un trapo viejo o un bastón que le parecen hermosas piezas de artesanía.

Sueños de fuego, de perros que muerden, de estar en posesión de hermosos vestidos, de caída, de peligros , de muerte.

Sueño vívido de que está sentada en el retrete, lo que hace que se orine en la cama.

Ansiedad con calor en la cabeza, pies fríos.

Equivocaciones con respecto a objetos: un sombrero es confundido con una gorra, un harapo le parece un vestido precioso, etc.

Sueños de fuego, de perros que muerden, de estar en posesión de hermosos vestidos, de caída, de peligros , de muerte.

Tema de la indolencia

Gran indolencia y aversión a todo ejercicio tanto mental como físico.

Demasiado perezoso para vencer su indolencia, y tan desgraciado que no desea vivir. (Esta invencible indolencia de sulphur hay que tratar de entenderla: si todos los intentos de obtener satisfacción se ven frustrados en el último momento, parece razonable que carezca del estímulo necesario para emprender nada.)

Indecisión, torpeza (en su trabajo), desidia, antropofobia, con sensación de aturdimiento. (La antropofobia se corresponde con el olvido de los nombres propios)

Estupidez e imbecilidad, con dificultad para comprender y responder correctamente.

Gran agotamiento con mucho cansancio después de la menor conversación o el paseo más corto, tendencia a estar siempre sentado y transpiración profusa aún sentado, leyendo, comiendo, acostado o paseando.

La sensación de cansancio desaparece a veces caminando.

Debilidad muscular, especialmente en las rodillas y en los brazos, y también el las piernas con inseguridad de la marcha.

Anda agachado.

No puede andar erguido; cargado de hombros.

La posición más molesta es de pies; cualquier posición erguida es incómoda.

Demacración extraordinaria a veces con debilidad, cansancio y sensación de ardor en las manos y en los pies.

Gran sensibilidad al aire libre y al viento, con dolores en las extremidades en los cambios de tiempo, tendencia a resfriarse y muchos padecimientos producidos por la exposición al aire libre.

Las afecciones de la cabeza y del estómago son las que principalmente empeoran al aire libre.

La mayoría de los padecimientos se agravan o empeoran por la noche o al anochecer, y también durante el reposo, permaneciendo de pies durante mucho tiempo, y por exposición al aire frío; desaparecen al pasear, al mover las partes afectadas y también por el calor de la habitación, pero el calor de la cama hace insoportables los dolores nocturnos.

Gran distracción que le impide prestar atención a su trabajo y le hace actuar con torpeza. (Esta distracción corresponde a su inmersión en la fantasía)

Inmóvil y perezoso aunque tenga mucho que hacer. (Esta invencible indolencia de sulphur hay que tratar de entenderla: si todos los intentos de obtener satisfacción se ven frustrados en el último momento, parece razonable que carezca del estímulo necesario para emprender nada.)

Por la tarde, disgusto por todo, por el trabajo, el placer, la conversación, el movimiento, con sensación de un gran malestar.

Pereza del cuerpo y del espíritu con repugnancia por todo trabajo y todo movimiento.

Sin iniciativa.

Por la tarde estupefacción después de beber un vaso de vino.

Sueña que está atareado todo el tiempo.(Resuelve en el sueño su problemática real)

Aversión por el baño.

Desaliñado.

Descuida sus negocios.

Indiferencia a su apariencia personal.

Tema de la filosofía, etc.

Fuerte tendencia a fantasías religiosas y filosóficas con ideas fijas.

Gran disposición a las especulaciones y a las ensoñaciones filosóficas y religiosas.

Está como imbécil y no puede combinar dos ideas.

Cuando se le dirige la palabra está como absorto en sus pensamientos y como si saliera de un sueño. (Justamente, sale de la fantasía que es como un sueño)

Tiene un aire imbécil y debe hacer grandes esfuerzos para comprender y para dar respuestas con sentido.

Ineptitud para la ortografía.

Falta de memoria para los hechos antiguos, para los recientes, las ideas y los rostros (fisionomía).

Inepto para aprender los versos de memoria.

Ocioso.

Excesivamente místico.

Inepto para la filosofía, la literatura, la industria, la música, el dibujo, los juegos.

No tiene espíritu de observación ni memoria.

Fatigado por el trabajo intelectual.

Ansiedad por su salvación. Demasiado escrupulosos en sus prácticas religiosas.

Ansiedad por la pérdida de su fe.

Aversión religiosa al sexo opuesto. (Esta aversión puede revestir la forma religiosa a modo de justificación o por oportunismo cultural pero lo cierto es que se corresponde argumentalmente de maravilla con el drama existencial del remedio de no poder obtener la felicidad del exterior, tampoco del sexo opuesto.)

Compresión fácil durante borrachera.(¿Efecto curativo del alcohol, por semejanza?)

Confusión mental que se agrava ascendiendo.

Corrupto, venal.(Se corresponde con su desánimo existencial)

Mujeres ineptas para el cuidado de la casa. (Lo mismo que lo anterior.)

Éxtasis durante transpiración.

Extravagante en sus opiniones y sus actos.

Extravagante en el vestir.

Fantasías durante transpiración.

Encuentra placer en su propia conversación.(Y no en la de los otros. Se comunica consigo mismo. Encontrar placer en la propia conversación puede equivaler en lo extremo a la satisfacción de Dios al comprobar el resultado de su Verbo creador.)

Temor de perder su fe religiosa. (Se encuentra en peligro de perderla? Cuál es el mecanismo?)

Tema de la autoestima

Falta de confianza en sí mismo. Se siente fracasado.(Exactamente es así)

Falta de confianza con menosprecio de sí mismo.

Demasiado coqueta.

Olvidadizo para los nombres.

Olvida su propio nombre.

Remordimiento; arrepiéntese rápidamente.

Nunca se ríe.(La risa es la expresión de la alegría)

Hipersensible al olor de la defecación.

Sonambulismo, para hacer el trabajo del día.(Aquí también resuelve en sueños los problemas de la vigilia)

Temor de volverse ciego.

Temor de matar a su hijo (en una mujer). (el hijo procede de su interior)

Temor mirando hacia delante. (¿El futuro?)

Temor de morir de hambre. (Ya que no trabaja)

Temor al trabajo literario.(Trabajo de creación que consiste en sacar lo interior al exterior, darle una cierta consistencia a la fantasía)

Impulsado a tocar; no sabe si las cosas son reales hasta que las toca.

Tema del valor y de la falta de valor[3]

Carácter perezoso y disposición a asustarse.

Susto con sobresaltos violentos.

Precipitación y agitación, no descansa en ninguna parte ni de día ni de noche.

O bien con sensación de valor y de resolución.

Sin iniciativa.

Tema del despertar

-Alegre, feliz, jovial, al despertar.

-Ansiedad, como de un fantasma del que no se podía librar, al despertar.

-Desalentado por la mañana.

-Temor de los fantasmas al despertar.

-Temor de los ladrones a media noche, al despertar.

 



[1] El texto en negrita, a continuación de algunos síntomas, tiene por objeto apuntar relaciones simbólicas, antropológicas, ligüísticas, etc., entre dichos síntomas y los temas del remedio. Por razones evidentes, tales anotaciones serán de una utilidad mucho mayor en una segunda lectura.

[2] Cf. “La enfermedad de don Quijote” (Este trabajo aparecerá en breve publicado en este blog). Parece aventurado establecer relación entre este síntoma y don Quijote, pero le corresponde perfectamente. Don Quijote es muy educado, y posee un fuerte sentido del deber por lo que concierne al objeto de su fantasía, su pertenencia a la orden de la caballería andante. Mientras su interlocutor no intente sacarlo de ese mundo fantástico, las cosas pueden ir bien, incluso estupendamente, pero la menor indicación en el sentido de la cordura, de la realidad, despierta inmediatamente la enemistad del hidalgo que tras amenazar cortésmente, abandona enseguida cualquier atisbo de educación si su amenaza no es atendida, y se convierte en un sujeto antipático, maleducado, agresivo y peligroso, que no respeta ni las normas de cortesía ni la misma ley.

[3] Cf. “La enfermedad de don Quijote”. Analizar las relaciones entre valor y felicidad, alegría, etc. Se dice hacer algo con demasiada alegría cuando se hace sin medir las consecuencias, es decir, con cierta temeridad. Don Quijote también habla del valor y la temeridad.

Doctor Emilio Morales

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